San Bonifacio: "La Iglesia es como un barco golpeado por las olas"
San Bonifacio, obispo y mártir, que vivió en el siglo VIII se refiere a la Iglesia como "un barco golpeado por las olas", queriendo claramente destacar que no todo es color de rosa en este barco. El viento y las olas lo golpean como queriendo volcarlo hasta que se hunda.
Sin dudas, es difícil estar en un barco que se está moviendo violentamente de un lado a otro, solo los más fuertes pueden resistir, los débiles se lanzan fuera del barco y se condenan a tener que nadar para intentar "salvarse" por sus propios esfuerzos, y muy probablemente sin ningún éxito.
Por eso dice "nuestro deber no es abandonar el barco", debemos mantenernos dentro del barco porque fuera de él hay un gran mar tormentoso listo para hundirnos y hacernos perecer.
San Bonifacio recuerda por último el deber de los sacerdotes y los obispos "mantenerlo en su rumbo", guiar o pastorear al rebaño como decía Jesús. Y nosotros como laicos qué? Acaso estamos de vacaciones en este barco? No, cada uno de nosotros, buenos y malos, tenemos el deber de ayudar de alguna manera en las tareas que sean necesarias para poder llegar a destino "a salvo".
Comentarios
Publicar un comentario