San Juan Pablo II: "Tenemos que defender la verdad aunque volvamos a ser doce"

 Lo decía el Papa Juan Pablo II: "Tenemos que defender la verdad a toda costa, aunque volvamos a ser solamente doce". Esta es la actitud que muchos católicos del siglo 21 han perdido u olvidado. Ya no quieren defender la verdad y tampoco les gusta que alguien la
defienda.

La razón, o mejor dicho, la excusa es que si decimos la verdad podemos ofender al mentiroso. Si yo defiendo la verdad, o si digo las cosas como son estoy ofendiendo al que vino a engañar, entonces yo no debo decir nada o si digo algo debo decirlo con palabras muy bonitas para que el mentiroso (que solo vino a confundir) no se sienta ofendido y no se ponga a llorar. Eso dice el católico del siglo 21, no quiero llamarles católicos sin formación porque por ahí también se ofenden.

La realidad es que carecen de sentido común y celo apostólico. ¡Si hubieran vivido en los primeros siglos y escuchado a los apóstoles y a los padres de la Iglesia predicando se hubieran escandalizado! Porque esos hombres sí que decían la verdad sin filtro alguno y con toda caridad y mansedumbre.

"¡Ay hermanito Javier, usted se equivoca porque ellos no eran así, ellos no ofendían a nadie!".

¿En serio? Entonces explíqueme ¿por qué apedrearon al Diácono Esteban?¿por qué crucificaron boca abajo a San Pedro?¿por qué decapitaron a San Pablo?¿por qué arrojaron a San Ignacio de Antioquía a los leones?¿por qué dejaron morir de hambre atado a una cruz a San Andrés?¿Por qué mataron a miles de católicos en los primeros siglos? Ya sé, porque decían todo con palabras muy bonitas. Por favor, seamos sensatos y pisemos tierra.

No se puede evangelizar si no se tiene los pantalones bien puestos para decir las cosas como son y defender la verdad que hemos recibido de Jesucristo y los Apóstoles.

Ya me dirán que soy intolerante. La intolerancia de un cristiano es a la mentira, porque no podemos y no debemos quedarnos callados cuando escuchamos a personas que se visten de cristianos "católicos" pero por dentro lo único que hacen es protestar contra Dios, sembrar dudas y divisiones entre los hermanos.

Y bien decía el Padre Luis Toro, que todo aquel que protesta es un protestante y el que divide (desparrama) hace la voluntad del diablo, no la de Dios.

Paz y bien.